Para cualquiera que tenga una empresa o información en Internet, es imposible ignorar a los usuarios que utilizan un teléfono móvil, y solo pensar en monitores de escritorio al diseñar un sitio web. Pero, ¿cómo acoger a todos los tipos de usuario sin complicar la mantención de un sitio?
Responsive o sitio móvil
El diseño responsive surgió en 2010 como una manera de adaptar un solo sitio web a diferentes tamaños de pantalla, ajustando el mismo contenido en móviles, tablets y equipos de escritorio.
Desde entonces se ha vuelto muy popular, y bien logrado puede cumplir con muchas de las necesidades de los usuarios. Pero el diseño responsive no es la única solución, ni resuelve automáticamente todos los problemas.
"A los visitantes no les importa si el sitio es responsivo. No les importa si es un sitio móvil separado. No les importa si es simplemente un sitio de escritorio. Les importa si pueden hacer lo que necesitan hacer. Les importa si al sitio le toma 20 segundos en cargar. Les importa cuando las interacciones son raras o no funcionan", señala el diseñador web Brad Frost.
Es decir, lo importante es que el usuario encuentre la información que busca de manera eficiente, sin importar su dispositivo o cuál sea la tecnología que usa el sitio web.
Uno de los problemas que intenta resolver el uso de responsive es que solo debes mantener un sitio, en lugar de dos (uno 'normal' y uno 'móvil'). "Hay muchas maneras de configurar un sitio web para todas las pantallas. La mejor depende de las necesidades únicas de tu marca y negocio", publica Google en un documento guía sobre los usuarios multipantalla.
En algunos casos, se tiende a usar diseño responsive porque "está de moda", sin analizar las necesidades del negocio, o qué es lo que están buscando los usuarios. Al final, el diseño debe estar centrado en las necesidades de quienes usarán el sitio web, para entregarles la mejor experiencia posible.