En 2017, Google comenzó una campaña para hacer que todos los sitios web adoptaran el uso de certificados de seguridad, prefiriendo las webs que contaran con HTTPS en sus resultados de búsqueda. Ese año, la mitad de los sitios que aparecían en la primera página de los resultados contaban con certificados. En 2020, la cifra llega a 98%, según una medición realizada por Moz.
De acuerdo a la revisión hecha por esta empresa, incluso cuando se revisan los 50 primeros resultados orgánicos, 92% cuenta con HTTPS. Los sitios que no son seguros terminan relegados más atrás en los resultados. Así, el uso de certificados ya es un estándar para Google.
Los certificados de seguridad son documentos electrónicos que buscan confirmar que el sitio web pertenece a quien dice, y no es una página falsa que busca engañar a los usuarios. Los certificados buscan evitar que un atacante pueda suplantar a un sitio - hacer una copia de la web del banco, por ejemplo, o de un comercio electrónico, buscando que el usuario entregue sus claves o información para robarla.